Por Claudia Contreras - revistaeyn.com
Desde pequeña comenzó a nadar y pronto se volvió una nadadora de alto rendimiento. Así empieza la historia de Rocío Mora, la costarricense que ahora nada en aguas abiertas y es un ejemplo a seguir y perseverancia.
Sin embargo, su historia como nadadora de aguas abiertas comenzó hace 13 años, tras perder movilidad en la parte izquierda de su cuerpo. Quedó sin fuerza.
“No podía caminar bien. Tenía que caminar apoyada de un bastón. Eso duró un año y yo tenía el arma más importante salir de ahí y era mi natación”, explicó en el evento Mujeres Desafiantes, la también arquitecta costarricense, que logró la posición 12 como ultramaratonista de aguas abiertas en el ranking mundial de 2021.
Mora, Mujer Desafiante Sin Límites, regresó a la piscina para volver a caminar sin bastón. “Por eso mi natación no la suelto por nada del mundo”.
Ante un auditorio de más de 600 personas, Rocío subrayó: “Siempre me ha gustado ir más allá en mi estudio, en mi trabajo, en mi empresa”.
UNA CARRERA CONSOLIDADA, TRAS UN AMOR A PRIMERA NADADA
Su historia como ultramaratonista de aguas abiertas se ha consolidado en menos de 10 años sin tener referentes en Costa Rica o Centroamérica. “Empecé a entrenar junto a unas personas conocidas para hacer un cruce de 10 kilómetros en Cancún y quedé enamorada. De vuelta de Cancún en Costa Rica; empecé a soñar. No había nadie a quién preguntarle”, apuntó.
La hazaña más difícil la emprendió este 2024. Nadó desde Irlanda del Norte hasta Escocia en un desafío que se llama el Reto del Canal de Norte. Esta travesía épica, que se extiende a lo largo de 35 kilómetros entre Irlanda del Norte y Escocia, es considerada una de las pruebas más arduas en el ámbito de las aguas abiertas.
“El yo no puedo no existe. Todas las mujeres que están sentadas acá pueden dar fe de esto. El Yo no puedo no existe. Existe el no quiero, el me da miedo intentarlo. En mi caso, que me digan: “no se puede” es inspirador. ¿Cómo no se puede? Por supuesto, que se puede. Se puede si queremos, se puede si trabajamos por ello. Si ponemos cada fibra de nuestro ser en lo que realmente queremos, en lo que realmente nos apasiona”, agregó la costarricense.
Un mes antes, previo a la preparación para nadar el Canal del Norte intentó cruzar el Canal de la Mancha, una hazaña que ya había completado en 2022.
En junio de este año, el mar no la dejó, su cuerpo no la dejó. “Empecé a nadar, al poco tiempo me sentí con malestar estomacal, ya no me sentía bien. Me sentía bastante mal”. Tomó la decisión difícil de parar y salir del agua. “Cuando salí, vomité muchísimo, terminé en el hospital hidratándome. Eso, ¿qué me enseñó? Me enseñó que esas cosas pasan, que es difícil levantarse, pero no podemos pasar llorando sobre lo que no sucedió, sino que tenemos que buscar qué pasó, cuál es la solución y cómo llegar a la meta”, explicó Rocío Mora a la audiencia del evento Mujeres Desafiantes en Guatemala, realizado por E&N en alianza con el Comité de Mujeres Exportadoras de Agexport.
“Un mes después del reto en el Canal de la Mancha, nadó el reto del Canal del Norte. Si me hubieran dicho que después del Canal de la Mancha iba a lograr el Canal del Norte, no lo hubiera creído. Tres días después del Canal de la Mancha mi mente y mi cuerpo estaban en la siguiente meta. Me ayudó a darme cuenta que había problemas, que había que solucionar, se soluciona y se logró. Eso es ha sido la mayor hazaña”, dijo la costarricense.
En cada travesía en aguas abiertas son al menos 11 horas en el océano. Va junto a un barco que sigue su recorrido. En los últimos cuatro años se ha entrenado para aclimatarse en agua muy fría. Sólo hay 19 personas en el mundo que han completado los desafíos: nadar en el Canal del Norte, en el Canal Inglés, y en el Canal de Bristol.
¿QUÉ SIGUE?
Ya nadó en tres de los siete océanos del mundo. “Lo que sigue es el Desafío que se llama Ocean 7, que es nadar en los 7 mares del mundo. Vamos poco a poco, llevo tres, me faltan cuatro”.
En Costa Rica, da charlas de inspiración para chicas pequeñas. “Las mujeres tenemos una gran capacidad de organización. Cumplir este tipo de cosas significa que hay que entrenar mucho. Entreno 15 horas semanales. A las 7 am que empiezo a trabajar en mi firma de arquitectura muchas veces a esa hora ya he nadado 10 kilómetro”.
Mora insistió: “Lo que sigue es poder ayudar a otras personas que sí se puede”.