RSE

Empresas de Centroamérica abrazan la ASG, pese a retrocesos en EEUU

Más allá del retorno financiero inmediato, las decisiones con impacto positivo construyen sostenibilidad económica real, relevancia reputacional y ventajas competitivas duraderas. Pese a que EEUU parece darle la espalda a esta agenda, Centroamérica debe seguirla y abrir nuevos mercados.

2025-06-03

Por Norma Lezcano – Estrategia & Negocios / Colaboran: Claudia Contreras y Daniel Zueras

Lo que comenzó como herramienta para mejorar la imagen corporativa se transformó en estrategia central de negocio. Así viene evolucionando la filosofía de la sostenibilidad en Centroamérica, en sintonía con una tendencia global que redefine el papel de las empresas en la sociedad.

El recorrido partió de la idea de “devolver valor a la sociedad porque tenemos éxito” hacia una visión más madura: “tenemos éxito porque contribuimos a la sociedad y generamos valor compartido”, explican Ruth Guevara, líder de Cambio Climático y Sostenibilidad de EY Latin America, y Alfredo Álvarez Laparte, líder de Energía en la misma firma.

UniveRSE 2025: Sustentabilidad o vulnerabilidad... hora de elegir

Aunque las estrategias ASG —basadas en criterios Ambientales, Sociales y de Gobernanza— son hoy “un imperativo para la resiliencia de los negocios”, según EY, no todas las compañías centroamericanas transitan al mismo ritmo este camino. “Lo que hemos tenido en Centroamérica son diferentes niveles de madurez, de impacto y de compromisos”, explica Luis Rivera, socio de Consulting en KPMG Costa Rica y experto en temas ASG.

Según EY, 58 % de las empresas de la región asegura contar con una estrategia ASG, aunque su alcance y profundidad varían. Una tendencia similar revela KPMG: 47 % de las compañías centroamericanas afirma tener un alto nivel de madurez en los tres ámbitos ASG, mientras que 20 % reporta un nivel medio, con avances en lo social y el gobierno corporativo, pero rezago en lo ambiental. Mientras, PwC informa que 56 % de las empresas en la región prioriza el factor económico, sólo 11 % el ambiental y 22 % el social.

El ASG todavía no ha sido adoptado de forma generalizada como para reemplazar a las estrategias de RSE”, advierte el consultor internacional Roberto Artavia Loria. De todos modos, un punto importante es que “estamos alejándonos del greenwashing y cada vez más se busca medir cada impacto real”, advierte Cristina Gutiérrez, directora de Consulting en KPMG en Costa Rica.

Hacer negocios en Centroamérica en la era del ASG: ¿Quién se queda fuera?

Para KPMG, la región vive “una verdadera transición”. Las compañías abordan el ASG en tres diferentes estadios, de acuerdo a su grado de madurez: por “compromiso básico” (evitar problemas legales); porque la filosofía comienza a ser “parte de la estrategia de negocios” (ya ven impacto en los resultados) o porque ya hicieron “una total transformación” (propósito, procesos y resultados son consistentes con un ecosistema sostenible).

LAS DIFERENCIAS ENTRE ASG Y RSE

Tres elementos clave: sólidas políticas de gobernanza, uso sistemático de indicadores y estándares internacionales, y la integración del ASG a una matriz de Gestión de Riesgos que evalúa y monitorea los impactos de largo plazo del negocio, tanto para la empresa como para la sociedad y el ambiente.

Edición E&N 305: Especial univeRSE 2025 - liderar con impacto o quedar atrás

En esencia, se trata de pasar de un compromiso ético voluntario —a veces, informal o eventual— a una estrategia integrada, medible y permanente de gestión de los riesgos materiales que pueden afectar al negocio.

12 ejemplares al año por $75

SUSCRIBIRSE