Por revistaeyn.com
El mapa asegurador de América Latina encara 2026 con una perspectiva principalmente estable, según el más reciente análisis de Fitch Ratings. La agencia mantiene una visión “neutral” para la mayoría de los mercados evaluados, aunque hace una excepción importante: México, donde el sector enfrenta un escenario “en deterioro” como consecuencia de recientes ajustes fiscales que podrían afectar su desempeño financiero.
De acuerdo con Fitch, el clima macroeconómico previsto para la región —caracterizado por una inflación contenida, tasas de interés en descenso y un crecimiento moderado— contribuirá a sostener los indicadores de solvencia y los resultados financieros de las aseguradoras.
Si bien los riesgos externos se mantienen latentes, desde tensiones geopolíticas hasta volatilidad en los mercados globales, la firma no anticipa que estos factores alteren de forma significativa el funcionamiento operativo de la industria.
El informe señala que tanto las primas como las utilidades del sector deberían avanzar a un ritmo moderado hasta finales de 2025 y durante 2026, apoyadas por la tendencia hacia la estabilidad en variables como el PIB, la inflación y los tipos de interés.
Sin embargo, el próximo año también traerá un reto adicional: la entrada en vigor de nuevas normativas que demandarán mayores procesos de revisión, controles internos reforzados y actualizaciones tecnológicas, lo que podría elevar los costos operativos.
En este contexto, el entorno regulatorio se convierte en uno de los principales determinantes de la evolución del mercado. La velocidad con la que avancen las reformas estructurales, el comportamiento de los tipos de interés y la vulnerabilidad de la región frente a impactos externos serán claves para definir la salud del sector.
Fitch advierte que la presión sobre los márgenes técnicos persistirá, especialmente en seguros de automóvil y salud, donde la competencia en precios, el encarecimiento de servicios médicos y la inflación continúan reduciendo los niveles de rentabilidad.
A ello se suman los riesgos políticos y normativos. En el horizonte cercano se aproximan procesos electorales en Chile, Perú, Colombia y Brasil, mientras que Panamá y Colombia avanzan con reformas profundas que podrían redefinir la demanda de seguros, la estructura de productos y los modelos de gestión de riesgo.
Estos cambios, señala el reporte, podrían incidir directamente en la capitalización y la capacidad de generar utilidades.