Por revistaeyn.com
Los barcos que ahora llegan a puertos estadounidenses procedentes de China son los primeros en estar sujetos a los enormes aranceles que Estados Unidos impuso a la mayoría de las importaciones chinas. Muchos de ellos están medio vacíos.
Esto significa que, en cuestión de semanas, los consumidores se enfrentarán a precios más altos y escasez de ciertos productos.
Las importaciones procedentes de China han disminuido drásticamente desde que Trump impuso fuertes aranceles, especialmente desde el mes pasado, cuando la guerra comercial de ojo por ojo elevó el arancel sobre la mayoría de los productos chinos al 145 %.
“Esta semana hay una disminución aproximadamente de un 35 % en comparación con el mismo periodo del año pasado, y estos buques de carga que llegan son los primeros en verse afectados por los aranceles que se impusieron a China y otros lugares el mes pasado”, dijo Gene Seroka, director ejecutivo del Puerto de Los Ángeles. “Por eso el volumen de carga es tan bajo”.
La reducción de las importaciones procedentes de China en los barcos que llegan al puerto supera el 50 %, afirmó Seroka. Muchos importadores han cancelado pedidos anteriores porque las empresas estadounidenses no están interesadas en pagar el elevado arancel, que puede llegar a duplicar el precio de los productos chinos.
El Puerto de Los Ángeles esperaba la llegada de 80 barcos en mayo, pero el 20 % de ellos se han cancelado, afirmó Seroka. Los clientes ya han cancelado 13 salidas para junio.
“Y aún no se sabe cuánto durará esto”, advirtió Seroka. Tanto minoristas como importadores me dicen que los productos ahora cuestan aproximadamente dos veces y media más que el mes pasado.
OPCIONES MÁS BARATAS
En lugar de importar productos a Estados Unidos, algunos minoristas optan por pagar para almacenar sus productos en almacenes chinos porque es más económico que pagar el arancel, según Ryan Petersen, director ejecutivo de Flexport, una empresa de logística y transporte de mercancías.
Dado que los importadores y minoristas no están dispuestos a pagar el elevado coste, las entregas podrían seguir disminuyendo, hasta un 60 %, según Petersen. Los consumidores empezarán a notarlo muy pronto.
“Una disminución del 60 % en los contenedores significa un 60 % menos de llegada de productos”, indicó Petersen a CNN. “Es solo cuestión de tiempo antes de que se agote el inventario existente, y entonces veremos escasez. Y entonces es cuando se notarán los aumentos de precios”.
Se espera que las importaciones a Estados Unidos durante el segundo semestre de 2025 caigan al menos un 20 % interanual, según la Federación Nacional de Minoristas. El descenso desde China será aún más marcado: JP Morgan prevé una caída del 75 % al 80 % en las importaciones procedentes de ese país.
Mientras tanto, los estadounidenses siguen comprando productos que antes se almacenaban en Estados Unidos. Pero esas reservas empiezan a agotarse.