Por Leonel Ibarra - revistaeyn.com
La firma inglesa EMFI realizó un análisis de valor relativo sobre las métricas macroeconómicas, de solvencia, de liquidez y financieras clave para los países centroamericanos analizando datos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de propios pronósticos internos.
Costa Rica, El Salvador, Guatemala y Honduras comparten características geográficas y de calificación crediticia, ya que todas ellas se encuentran entre una calificación internacional de riesgo de B- y una calificación BB.
“La sostenibilidad de la deuda depende en gran medida del crecimiento económico, especialmente en los países de bajos ingresos, donde se espera que las altas tasas de crecimiento económico compensen las tasas de interés reales más altas que los nombres tienen que pagar por su deuda”, apunta el reporte.
El reporte señala que ven “una alta probabilidad de una mejora crediticia” para Guatemala en el corto plazo, ya que es el único país de la región que combina fundamentos sólidos con un marco institucional claro, por lo que elevaron la calificación a “comprar” bonos guatemaltecos.
Además, mejoraron a Honduras de mantener a “comprar” sus bonos, respaldados por “sólidos índices financieros y atractivos rendimientos relativos”.
En cuanto a Costa Rica, EMFI considera que la deuda “parece cara en relación con sus pares” y dado su limitado valor relativo, reafirmaron la recomendación de “venta”.
Luego de un desempeño excepcional en 2024, EMFI mantiene una calificación de “mantener” para El Salvador, ya que el crédito ahora cotiza por debajo del rendimiento medio del tramo con calificación B.
La firma espera que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de Costa Rica se desacelere debido a una política monetaria más restrictiva, disminuyendo del 4 % en 2024 al 3,5 % tanto en 2025 como en 2026. Históricamente, el crecimiento del país ha superado al de sus pares, impulsado por una sólida inversión extranjera directa (IED), pero se prevé que se mantenga en línea con el promedio centroamericano de 3,4%.
Honduras ha enfrentado desastres naturales que han obstaculizado su crecimiento en 2024, mientras que Guatemala ha logrado sostener su expansión a través de una política monetaria expansiva y un aumento de la inversión pública. Ambos países registraron tasas de crecimiento similares en 2023 y 2024, del 3,5 % y del 3,6 %, respectivamente. Para 2025, las proyecciones se mantienen estables, y se espera que Honduras crezca un 3,7% y Guatemala un 3,6 %.
Por el contrario, el Fondo Monetario Internacional (FMI) espera que el crecimiento de El Salvador se desacelere, pasando de un 3,5 % superior a la media en 2023 y un 2,8 % en 2024 a niveles inferiores a la media en 2025, del 2,5 % y el 2,4%, respectivamente. Esta desaceleración se atribuye a una disminución del consumo privado junto con caídas significativas en el gasto público y las exportaciones.
LIQUIDEZ DISPONIBLE
Para el análisis de liquidez, EMFI se centra tanto en el gasto en intereses generales del gobierno como en las obligaciones externas. Diferencian entre el servicio total de la deuda externa y el servicio de la deuda específica de los eurobonos, dado que las dificultades de refinanciación en escenarios de tensión difieren: la refinanciación de los acreedores oficiales suele ser más fácil que la obtención de nuevos préstamos privados.
En cuanto a la carga de intereses, Costa Rica y El Salvador “son los que más están sufriendo”, ya que los pagos de intereses consumen el 32 % y el 18 % de sus respectivos ingresos para 2025. Dado que la relación entre intereses e ingresos es un fuerte predictor del riesgo de impago a corto plazo, “estos países deben priorizar el aumento de los ingresos, la reducción de sus tasas de interés o ambas cosas. Los dos países restantes exhiben proporciones relativamente estables y saludables”.
En cuanto a la relación entre el servicio de la deuda externa y las exportaciones, El Salvador se destaca como “el país con la mayor exposición debido a una alta proporción de servicio de la deuda de eurobonos en relación con las exportaciones y los ingresos del gobierno”.
Las recientes operaciones de gestión de pasivos han aliviado significativamente las presiones de los eurobonos a corto plazo en El Salvador, a costa de mayores pagos de intereses durante la vida útil de la nueva deuda. En los próximos 12 meses, se espera que el servicio total de la deuda externa represente casi el 24 % de los ingresos de exportación, y que el componente de eurobonos por sí solo represente aproximadamente el 8 %.
En contraste, Costa Rica exhibe “una relación entre el servicio de la deuda externa y las exportaciones relativamente baja”, pero su servicio de la deuda de eurobonos “es más oneroso”. Mientras tanto, tanto Honduras como Guatemala siguen siendo “los menos comprometidos”.
El servicio total de la deuda externa y el servicio de la deuda de eurobonos de El Salvador siguen siendo significativamente altos en relación con sus reservas internacionales, en 62 % y 21 %, respectivamente. En contraste, Honduras y Costa Rica muestran niveles más moderados, con ratios de servicio de la deuda en euros a reservas de 3 % y 7 % y ratios de servicio de la deuda externa total de 14 % para Honduras y 8 % para Costa Rica. Entre los cuatro países, Guatemala exhibe las proporciones más favorables.