Por revistaeyn.com
La Asociación Guatemalteca de Exportadores (AGEXPORT) emitió un pronunciamiento ante el ajuste al salario mínimo entre el 4 % y 7,5 % aprobado para 2026, señalando que la medida podría erosionar la competitividad de la industria nacional y generar efectos negativos en el empleo formal si no se toman en cuenta factores clave de productividad.
La organización empresarial manifestó su preocupación por el impacto del nuevo salario mínimo en los costos de operación de las empresas orientadas al comercio internacional, advirtiendo que "Guatemala enfrenta un entorno competitivo donde los costos de producción y eficiencia laboral son determinantes para mantener e incrementar su participación en mercados globales".
AGEXPORT enfatiza que un aumento salarial desalineado de la productividad observada en el país puede traducirse "en mayores costos para las empresas exportadoras", especialmente en sectores sensibles como el agrícola, manufacturero y de servicios, que ya "enfrentan presiones de costos logísticos, energéticos y de infraestructura".
Por ello, la gremial hace un llamado a que "las decisiones de política salarial se fundamenten en análisis técnicos robustos y criterios de productividad real, con el objetivo de proteger los empleos ya existentes y atraer inversión".
Para la asociación, es esencial que las discusiones sobre salario mínimo consideren las condiciones específicas de cada región y sector productivo, de modo que las empresas puedan absorber los ajustes sin comprometer su viabilidad.
Según estudios recientes, Guatemala registra uno de los salarios mínimos nominales más altos de la región, mientras que su productividad por hora trabajada se sitúa por debajo de muchos de sus competidores, una combinación que puede debilitar su atractivo frente a mercados vecinos si no se implementan políticas paralelas de fortalecimiento productivo.
