Por revistaeyn.com
El comercio exterior costarricense cerró octubre de 2025 con señales de alivio en su balanza de bienes. Aunque el país aún mantiene un déficit, este se redujo de forma significativa respecto al año pasado. Según los más recientes datos del Banco Central de Costa Rica (BCCR), la brecha negativa acumulada se ubicó en US$1.982,7 millones, equivalente al 2 % del PIB, muy por debajo del 3,4 % registrado en el mismo periodo de 2024.
Este ajuste respondió, principalmente, a una expansión más acelerada de las exportaciones frente al comportamiento moderado de las importaciones.
El sector exportador sostuvo un avance fuerte, con un crecimiento interanual del 15,7 % en octubre, más del doble del ritmo alcanzado un año atrás. El dinamismo observado desde mediados de año se mantuvo firme —el tercer trimestre había cerrado con un incremento cercano al 19 %—, impulsado casi exclusivamente por las empresas bajo el régimen especial. Las firmas del régimen definitivo, por el contrario, continuaron mostrando retrocesión, indica el BCCR.
Entre los bienes con mayor protagonismo destacaron los dispositivos médicos, que siguen consolidándose como uno de los pilares del sector externo costarricense. También repuntaron las ventas de aceite de palma, material reciclado de cobre y acero, además de tubos de acero y envases de vidrio, productos que encontraron espacios favorables en mercados internacionales.
El análisis por destino del BCCR reveló comportamientos diferenciados. Estados Unidos mantuvo su papel de socio estratégico con un crecimiento del 14,6 %, mientras que Europa mostró un repunte del 22,2 %.
Sin embargo, la sorpresa llegó desde Asia, donde las exportaciones costarricenses se dispararon un 102 %, revirtiendo por completo la caída registrada en 2024. Este impulso se relacionó directamente con el aumento de la demanda asiática por dispositivos médicos, cuya participación en ese mercado subió a 10,3 % en el acumulado del año, desde el 7,7 % promedio del periodo previo.
Las importaciones, por su parte, avanzaron un 6,9 % en octubre, aunque a un ritmo mucho más moderado que meses anteriores. En el régimen especial crecieron las compras de insumos para industrias químicas, metalúrgicas y plásticas, junto con mayores adquisiciones de productos farmacéuticos.
En contraste, el régimen definitivo mostró caídas asociadas a una reducción en la compra de vehículos y de materias primas para la industria del plástico y la metalurgia.
Un factor clave en el comportamiento importador fue la factura petrolera, que sumó US$1.659,1 millones, un 16,5 % menos que en 2024. La disminución respondió tanto a una baja del 6 % en el volumen importado como a una caída del 11,1 % en el precio promedio de los hidrocarburos. El valor unitario del crudo en octubre —US$76,8 por barril, el más bajo del año— cortó la tendencia ascendente observada durante el tercer trimestre.