Por Leonel Ibarra - revistaeyn.com
Panamá siempre ha sido el hub de las Américas gracias a su posición geográfica y a la existencia del canal como pilar central deesa conectividad para la región. Sin embargo, la reciente sequía fue un llamado de atención que puso a prueba su capacidad de adaptación.
En julio de 2023, el Canal de Panamá redujo de 38 a 32 los tránsitos de naves como consecuencia del fenómeno El Niño, que alargó la época seca.
En los siguientes meses, aplicó mayores restricciones hasta llegar a 22 buques diarios, en noviembre de 2024. Ante la crisis originada por esa merma, las autoridades asumieron una realidad que ya no tardaría en hacerse evidente: el país no puede depender de una sola solución logística.
“Pensamos que a la vuelta de tres, quizá cuatro años, vamos a enfrentar nuevamente una condición (como la sequía prolongada) con las lecciones aprendidas”, dijo el administrador del Canal de Panamá, Ricaurte Vásquez.
Es aquí cuando entra en escena un proyecto ferroviario que apunta a aliviar el tráfico de carga terrestre, conectando los puertos y generando una red multimodal robusta.
Henry Faarup, secretario general del Ferrocarril de Panamá, explicó que el objetivo es unir Ciudad de Panamá con la frontera de Costa Rica, a lo largo de una línea de aproximadamente 500 kilómetros, diseñada para mover pasajeros y carga con trenes híbridos (velocidades de hasta 180 km/h para pasajeros, y 80 km/h para carga).
ANTECEDENTES
En 2018, un estudio de factibilidad realizado por la China Railway Design Corporation dio un primer mapa del potencial de este proyecto con un enfoque multimodal. Estimó que el ferrocarril podría transportar hasta 2,8 millones de pasajeros al año y mover cerca de 4,5 millones de toneladas de carga.
Faarup ve el ferrocarril como “una extensión natural” del canal que, al conectar los puertos, permitirá redistribuir carga de forma más rápida y eficiente.
Además, al ser una obra que integra al canal “atraerá más inversiones y se generarán nuevas oportunidades para el comercio internacional”, afirma. “Juntos, canal y ferrocarril, fortalecerán nuestra posición como el centro logístico más eficiente de la región”, aseguró Faarup.
Actualmente, Panamá está en una etapa inicial de revisión y actualización de estudios. Sus autoridades estiman que para el primer semestre de 2025 tendrán una visión más clara sobre las siguientes etapas y los modelos de financiamiento más viables. Ese plan maestro, que está a cargo de la empresa estadounidense AECOMUSA, determinará el trazado y ruta específicos del tren, así como los requerimientos de la obra y costo estimado.
Además, en esta etapa de prefactibilidad se iniciará el Estudio de Impacto Ambiental y se definirá un alineamiento definitivo de la ruta con su ancho de vía (servidumbre) y ubicaciones estratégicas para las estaciones.
“Al combinar la eficiencia del ferrocarril con la flexibilidad del transporte terrestre, estaremos construyendo un sistema multimodal robusto que beneficiará a todos: transportistas, exportadores, importadores y en última instancia, al país y la región”, destacó Faarup