Por revistaeyn.com
A través de sus roles anteriores en marketing y recursos humanos, Mita Mallick experimentó una amplia gama de comportamientos tóxicos de jefes, que no se limitan a gritar, microgestionar, murmurar, apropiarse del trabajo de otros y dormir durante las reuniones.
"Todos estos años después, todavía recuerdo a estas personas," dice ella, así como sus efectos perjudiciales en el lugar de trabajo. Según Mallick, ahora autora y estratega laboral, "todos venimos a trabajar porque queremos un pago, pero también queremos ser reconocidos y valorados por lo que hacemos," agrega.
Un mal gerente puede tener un impacto negativo no solo en la moral del equipo, sino también en la productividad y la calidad del trabajo, dice ella, sin mencionar las tasas de rotación.
Para Mallick, la mayor señal de que tu posible jefe podría ser tóxico es cómo se comporta durante la entrevista de trabajo. "Es su primera impresión, así que deberían comportarse de la mejor manera posible", dice. Si no lo hacen, "esa es la señal roja".
Según Mallick, la puntualidad es tan importante para el entrevistador como para el entrevistado. Si su posible gerente llega tarde repetidamente "sin disculparse", apunta, probablemente no respetará su tiempo en el lugar de trabajo.
Además, la autora agrega que su actitud puede proporcionar una pista sobre su estilo de gestión. Ella advierte a los que buscan trabajo que eviten a los líderes que parecen indiferentes o "desconectados" durante la entrevista: es una indicación de que no estarán disponibles para mentoría o orientación, dice.
En general, la experta recomienda prestar mucha atención a cómo su posible jefe habla sobre la organización. La honestidad siempre es apreciada, señala, pero cuando un supervisor se queja abiertamente de su empresa, puede ser una señal de su propia mala actitud, o de una cultura laboral tóxica, ambas son señales de alarma importantes.
“He estado en entrevistas donde la gente me dice: ‘Este es un lugar realmente difícil para trabajar. Es duro.’ Y yo pensé: ‘Espera, ¿estás tratando de venderme este trabajo, verdad?’” dice.
Aun así, Mallick entiende por qué muchas personas pasan por alto el mal comportamiento en las entrevistas: “A veces quieres un trabajo tan desesperadamente que lo ignoras.” En las primeras etapas de su carrera, Mallick dice que “cayó en una trampa” de buscar trabajos que consideraba impresionantes, a pesar de notar señales de alerta significativas en el camino.
En lugar de perseguir el prestigio, los buscadores de empleo deberían centrarse en encontrar un ambiente laboral positivo y productivo, aconseja.
Con información de CNCB