Por revistaeyn.com
Según el más reciente estudio “El futuro de la Generación Z está en manos de los empleadores” de ManpowerGroup, más de la mitad de los trabajadores de la Generación Z, personas nacidas entre 1996 y 2012, considera dejar su puesto actual en los próximos seis meses.
Pese a ello, este grupo también es el que se siente menos preparado para encontrar empleos que realmente cumplan con sus expectativas. Esta dualidad plantea un desafío urgente para los empleadores: rediseñar sus entornos de trabajo para atraer y retener al talento joven.
La investigación revela que los trabajadores de esta generación son los más propensos a sufrir estrés diario, en un 52 % y, al mismo tiempo, los menos convencidos de que sus empleos actuales ofrecen oportunidades reales de desarrollo.
“Consideramos que la Generación Z no solo está redefiniendo lo que significa trabajar, también está enviando un mensaje claro: necesitan flexibilidad, propósito y crecimiento profesional para comprometerse con una empresa a largo plazo”, explicó Scarleth T. Loría, gerente país de ManpowerGroup Costa Rica.
Los resultados del estudio muestran que los empleadores que buscan mantenerse competitivos están priorizando nuevas prácticas para responder a las expectativas de este segmento: el 56 % de las empresas consultadas ya permite mayor flexibilidad en horarios y modalidades laborales, 37 % de los empleadores lo ofrecen como parte de su estrategia de atracción y retención.
Programas de upskilling, mejora de habilidades existentes y reskilling, capacitación en nuevas funciones, se consolidan como medidas clave, con un 29 % de empresas invirtiendo en la mejora de habilidades y 34 % de las compañías está fortaleciendo sus políticas de diversidad e inclusión para crear entornos laborales más seguros y representativos.
El estudio también destaca que la Generación Z valora profundamente la conexión con el propósito de su trabajo: un 86 % afirma que tener un sentido claro de impacto es determinante para su bienestar y compromiso.
Frente a esto, las organizaciones deben enfocarse en construir trayectorias profesionales claras, fomentar la mentoría e incorporar mecanismos de escucha activa.
Más allá de los beneficios: el valor de ser escuchados. A diferencia de generaciones anteriores, la Generación Z espera ser vista como parte activa en la construcción del futuro organizacional. No basta con beneficios económicos o espacios recreativos: buscan líderes que comprendan sus inquietudes, generen confianza y propicien conversaciones abiertas.
Esta generación está marcando una nueva era en la gestión del talento, donde la adaptabilidad y el diálogo constante se convierten en pilares esenciales para la sostenibilidad empresarial.