Por Leonel Ibarra - revistaeyn.com
Al cierre de mayo de 2025, el Gobierno Central (GC) de Costa Rica registró un superávit primario equivalente al 0,7 % del Producto Interno Bruto (PIB) y un déficit financiero de -1,1 % del PIB.
En el mismo periodo del año anterior, estos indicadores fueron de 0,7 % y -1,3 %, respectivamente, reporta el Banco Central de Reserva (BCCR). Este desempeño positivo se explicó tanto por la recuperación de los ingresos tributarios como por la reducción en el pago de intereses de la deuda.
En particular, los ingresos tributarios acumulados hasta mayo crecieron 2,2 %, en contraste con la caída de 0,2 % observada en igual mes del 2024, y representaron 5,4 % del PIB.
Esta mejora respondió, principalmente, al aumento en la recaudación del impuesto sobre la renta (3,2 %), del impuesto al valor agregado (3,6 %) y el ingreso por aduanas (1,8 %), apunta el BCCR.
Estos incrementos fueron parcialmente compensados por la disminución en la recaudación del impuesto único a los combustibles (-0,7 %) y del impuesto selectivo al consumo (-10,5 %).
El Banco Central registró un superávit financiero de aproximadamente ¢15 mil millones, cifra ligeramente superior a la observada doce meses atrás. En la misma línea, el resto del sector público no financiero reducido presentó, según estimaciones, un superávit financiero equivalente al 1,1 % del PIB.
Como resultado, el sector público global (SPG) reducido alcanzó un superávit financiero del 0,1 % del PIB, en contraste con el déficit de 0,2 % observado a mayo de 2024. El superávit primario acumulado por el GC costarricense redujo las necesidades de financiamiento, lo que permitió que la deuda creciera a un ritmo inferior al del PIB nominal (1,2 % frente a 4,8 %).
En consecuencia, la razón deuda a PIB se redujo en 2,1 p.p. respecto a mayo de 2024, ubicándose en 57,7 %, por debajo del 59,8 % registrado en diciembre de 2024.
Por su parte, el gasto total de Costa Rica disminuyó interanualmente 0,7 % y representó el 7,1 % del PIB, mientras que el gasto primario aumentó un 0,9 %, ubicándose en 5,3 % del PIB. Esto contrasta con el crecimiento registrado un año antes, cuando el gasto total y primario aumentaron 8,5 % y 8,1 %, respectivamente.
La reducción del gasto total se explicó por una menor erogación en intereses de deuda, tanto interna como externa, con un ahorro cercano a ¢51 mil millones respecto a mayo de 2024.
También influyó la reducción en el gasto de capital (-5,3 %). Estos efectos fueron parcialmente compensados por mayores transferencias corrientes (1,7 %), dirigidas al Fondo de Educación Superior, al Régimen no Contributivo, a la Seguridad Social y Pensiones de la CCSS, así como por el incremento en remuneraciones (0,9 %) y en la adquisición de bienes y servicios (6,5 %).